martes, 6 de mayo de 2008

A veces ser humano es inhumano

No soy novia de nadie. Soy una compañera, una amiga, y a veces, amante. Soy fiel, nunca rompo mi compromiso, y éste sólo se acaba cuando me despido de la persona, porque ya vuela sola.

A veces me pregunto lo duro que debe ser sentirse sol@. Por una parte estar realmente solo, sin nadie. Y por otra, estar solo, rodeado de gente. También están esos voluntarios, que han elegido algún tipo de soledad, y los que se han quedado solos, esos solitarios forzosos: los abandonados.

En ocasiones me resulta excesivamente arduo comprenderos, porque nunca he estado físicamente sola. Mentalmente si que soy libre, muy independiente, y soy capaz de aislarme, pero tengo una manera distinta de pensar a la vuestra. Otro día os la cuento, aunque se que por escrito me será más difícil. Bueno, poco a poco. Todavía estoy en mi pretemporada particular. Estoy aprendiendo a expresarme a través de este teclear de dedos, y como todo aquello que se está empezando, cuesta.

Algunas noches cuando os observo, mientras dormís, me pongo en vuestra piel, y no me cambio por ninguno de vosotros, porque aunque mí día a día no puedo afirmar que sea nada sencillo, no se puede comparar al difícil papel que os ha tocado interpretar en la vida. Lo mejor de vosotros -aunque muchos no os lo creáis- es el impresionante potencial que poseéis. Si en realidad lo supierais, lo trabajaseis y lo aplicarais positivamente, todo sería más fácil de lo que os lo hacéis, y la felicidad sería algo más habitual, algo más común. Lo peor, es que el manual de instrucciones de la vida se os quedó olvidado en el limbo nada más nacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soledad invoca, profundos pensamientos, Misterio, recogiminento, un cierto místicismo, una paz interior y un relajamiento del cuerpo, del alma y de la mente. Invoca sobre todo una cosa SOLEDAD.
Me gusta este inicio, me gusta el planteamiento. escritor o no, sugiero que sigas. No lo dejes.
Sé que esta amiga tuya, esta a la que llamas Soledad estará poco tiempo contigo pero, no la olvides nunca, porque la verdad es que existe siempre un margen para aprender, escuchar, estudiar y reemprender el vuelo...
Yo también en mis momento, de depresión, de aislamiento, de viajes, la he tenido de fiel compañera de viaje durante veinte años- Ella me enseño mucho, me enseño a ser más paciente y parsimonioso más callado y abnegado, más comprensivo y humilde, y sobre todo más apegado a los demás, a valorar pequeñas cosas que antes no consideraba en absoluto.
A veces paseando por lugares perdidos de nuestra geografía entrabamos, ella y yo, cogidos de la mano, en una iglesia, un monasterio, un convento, y ese momento de relax superaba con creces todos los traumas anteriores.
Besos para ti ,besos tambien para nuestra amiga que para mi, hoy por hoy representa PAZ y SABIDURÏA.
Tito Ángel